jueves, 14 de marzo de 2013

TALLERES PARA PADRES

 
 
NOVEDADES
 
Hola a todos, me gustaría haceros partícipes de un nuevo proyecto. A partir de ahora, se realizarán talleres gratuitos en muchos ámbitos.
 
Empezamos por el tema que a mí más me gusta, los pequeños. Para que los niños crezcan, se desarrollen bien y sean felices, la base de todo es la educación que reciben en casa. Es por eso que me gustaría aportar mi granito de arena e informar y enseñar técnicas, para que pongan en práctica los padres.
 
Os dejo la información a continuación.
 
 
 
 

miércoles, 13 de marzo de 2013

 
Texto adaptado de mi libro preferido,
Se lo dedico a todas aquellas personas que después de leérselo les cambió la cara y me miraron sonriendo =)
 
 
La seguridad: variaciones internas y externas.
En el colegio, hace mucho tiempo, aprendiste  a escribir una redacción. Te enseñaron que necesitabas una buena introducción, parte media de desarrollo bien organizada, y una conclusión. Desgraciadamente, puede que hayas aplicado el mismo tipo de lógica en tu vida llegando a considerar todo el asunto de vivir como una redacción escolar.
La introducción fue tu niñez en la que te estabas preparando para ser una persona. El cuerpo es tu vida adulta, que está organizada y planificada como una preparación para la conclusión que sería la jubilación y un final feliz. El vivir de acuerdo con este plan implica una garantía de que todo estará bien para siempre. La seguridad quiere decir saber lo que va a pasar. La seguridad quiere decir nada de riesgos, nada de excitaciones, nada de desafíos. La seguridad significa nada de crecimiento y nada de crecimiento significa la muerte. Además, la seguridad es un mito.
Mientras seas una persona que vive en esta Tierra, y si el sistema sigue siendo el mismo, nunca podrás tener seguridad. Y aunque no fuera un mito sería una horrible manera de vivir. La certeza elimina la excitación y la emoción… y el crecimiento.
La palabra seguridad en el sentido que la hemos usado aquí se refiere a las garantías externas, a las posesiones como el dinero, una casa y un coche, a baluartes como un buen empleo o una elevada posición en la sociedad. Pero hay un tipo de seguridad diferente que sí vale la pena buscar; y es la seguridad interior que te brinda el tener confianza en ti mismo y en tu capacidad de solucionar cualquier problema que se te presente.
Esta es la única seguridad duradera, la única verdadera seguridad. Las cosas se pueden deshacer; una depresión económica dejarte sin dinero, quedarte sin casa, pero tú puedes ser una roca de autoestima. Puedes creer tanto en ti mismo y en tu fuerza interior que las cosas y los demás te parecerán simples accesorios a tu vida, agradables pero superfluos.
Haz la prueba con este pequeño ejercicio. Imagínate que ahora mismo, mientras lees estas líneas, alguien desciende violentamente sobre ti, te desnuda y te rapta en un helicóptero. Sin previo aviso, sin dinero, nada más que tú mismo. Supongamos que te llevan hasta un lugar de la China Roja y te dejan caer en un campo. Te las tendrías que averiguar con un idioma nuevo, costumbres nuevas, un clima nuevo, y lo único que tendrías serías a ti mismo. ¿Sobrevivirías o te derrumbarías? ¿Podrías hacer amigos, conseguir alimentos, vivienda y otras cosas? ¿O te quedarías simplemente en mitad del campo echado lamentándote sobre lo desgraciado que eres por lo que te sucedió?
Si necesitas seguridad exterior, te morirías porque te habrían quitado todas tus posesiones. Pero si tienes seguridad interior y no le tienes miedo a lo desconocido, entonces sobrevivirías. O sea, que podemos redefinir el concepto de seguridad diciendo que es el saber que puedes enfrentarte con cualquier cosa, incluso con el hecho de no tener seguridad exterior. No caigas en la trampa de este tipo de seguridad exterior puesto que te despoja de tu capacidad para vivir y crecer y realizarte. Echa una mirada a aquella gente que no tiene seguridad externa, gente que no lo tiene todo planificado. Puede que se pasen de listos. Pero por lo menos pueden probar cosas nuevas y evitar caer en la trampa de tener que quedarse siempre con lo seguro.